Típica historia de venganza a la coreana con los mismos tópicos, clichés que cualquier otra, pero con unos añadidos fundamentales como personajes secundarios de relleno que no aportan algo, flashbacks tediosos que alargan los capítulos y provocan un sopor que llega a límites insospechados, historias paralelas cogidas con pinzas que provocan vergüenza ajena, disfraces ridículos que creía sólo se podían ver en las series de época, un último capítulo que da ganas de vomitar nubes de colores y pájaros cantando por doquier y un largo etcétera de estulticias que no viene a cuento comentar. Pero estos guionistas qué se toman a la hora de pensar el guión, los diálogos, el desarrollo? de verdad se creen lo que escriben?, es que no hay por dónde coger la historia, lo que es evidente es que dejan claro que los policías del país sufren alguna especie de retraso mental que quién sabe, puede que sea alguno de los requisitos para formar parte del cuerpo de seguridad nacional. Los actores, todos lamentables, sobreactuando, poco creíbles... si acaso salvaría al viejo que ayuda al prota, pero su papel es tan secuandario que no vale la pena ni mentarlo. Una serie para olvidar, que debería haber durado la mitad de capítulos y con un final digno de un cuento de hadas en el país de la piruleta.