Agradable historia de amor histórica.
Esta es una serie de veinticuatro episodios que se puede ver de un tirón porque cada uno de ellos es muy corto. En una tarde de ves toda la serie.
La trama es la siguiente. Murong Cang es el jefe de los eunucos en el palacio del empreador. Después de una batalla se encuentra herido y acude a un templo, en donde descubre a Yun Jiao, una joven que puede ver el futuro gracias a una pulsera particular, lo que le permite ganar dinero contando el futuro a aquellos que acuden al templo. Pero Yun Jiao no es una simple cuentista, y Muron Cang no es un siempre eunuco. Ambos guardan secretos.
Esta serie empieza bastante bien, más o menos como todas las series chinas de corte romántico divertido. Tenemos a Murong Cang que actúa como el clásico señor severo que no se ríe ni aunque le hagas cosquillas, y que se quiere vengar de la muerte de su familia. Y Yun Jiao, una joven que se gana la vida contando la fortuna en un templo. Uno es un gran señor, el segundo más poderoso de la corte, y la otra una simple mujer.
Ya se puede suponer que nada es sencillo con estos dos. A medida que avanza la trama se van descubriendo secretos y bla, bla. Confieso que es una serie que empieza bien y que luego se va desinflando, si llega a ser una serie con capítulos de una hora, sería un auténtico tostón. Aquí no llega a serlo pero hacia el final se puede ver que han intentado estirar la trama todo lo posible con escenas donde dos personajes hablan durante minutos sin decir gran cosa. Te la puedes saltar y no pierdes nada.
No es un gran problema la poca profundidad de la historia, al fin y al cabo es una serie para pasar el rato, mi gran problema con ella, y la razón por la que no le doy más puntuación es que la protagonista, con su divertida, y colorista personalidad es bastante irritante. Sigo sin acostumbrarme del todo que las protagonistas de series historias de corte humorístico sean casi todas descerebradas, que tienen que ser salvadas cada dos por tres porque actúan precipitadamente en casi todas las ocasiones. Además se suelen desmayar mucho, o suelen tropezar con tanta gracia que caen el brazos del protagonista con mucha elegancia. O sea, que aquí se da lo típico de lo típico. Creo que si ves un capítulo al día puede que no importe mucho la actitud infantil de las protagonista, pero si ves la serie de un tirón la cosa cambia bastante. Al menos para mí.
Otro problema es que no me gustó mucho la manera de actuar de Jin Zi Xuan, la protagonista. A parte de que está excesivamente delgada, y cuando digo delgada, es delgada, lo que vulgarmente decimos en mi país. es un «palo» -de todas las series chinas que he visto, ella es la actriz más delgada de todas-, no me emocionó su manera de actuar. Es muy gestual con ciertos gestos y se defiende haciendo el payaso pero es muy plana en los momentos tristes o dramáticos.
Deng Kai, el protagonista lo hace mejor. Aunque él lo tiene más fácil, ser el noble con cara de «no me toques las narices» tiene la ventaja de solo hay que poner un gran ceño y listo. Las cejas ayudan a que parezca un hombre malvado.
Entre ellos surge una historia de amor aunque no está muy bien desarrollada. Se basa demasiado en la relación te tenían cuando eran niños para permitir que un sentimiento nazca naturalmente cuando son adultos. Y además, opinión completamente personal, no creo que hagan buena pareja a nivel romántico, aunque sí como amigos.
Me gustó el criado/soldado de Murgon Cang. Y también la princesa Xue Quing, que hace de una mujer completamente irresponsable y a veces cruel. No me gustó la actuación del actor que hace de emperador, y cuando está con Deng Kai se aprecia muy bien la diferencia entre los dos. El resto de actores cumple.
En términos generales, agradable serie, con una trama sencilla, con giros esperados y poco más. Los malos son muy malos pero reciben su merecido. Los buenos son muy buenos y también reciben lo que merecen. Buena fotografía, buenos escenarios, buen vestuario y poco más. Una vez vista, ya está.
La trama es la siguiente. Murong Cang es el jefe de los eunucos en el palacio del empreador. Después de una batalla se encuentra herido y acude a un templo, en donde descubre a Yun Jiao, una joven que puede ver el futuro gracias a una pulsera particular, lo que le permite ganar dinero contando el futuro a aquellos que acuden al templo. Pero Yun Jiao no es una simple cuentista, y Muron Cang no es un siempre eunuco. Ambos guardan secretos.
Esta serie empieza bastante bien, más o menos como todas las series chinas de corte romántico divertido. Tenemos a Murong Cang que actúa como el clásico señor severo que no se ríe ni aunque le hagas cosquillas, y que se quiere vengar de la muerte de su familia. Y Yun Jiao, una joven que se gana la vida contando la fortuna en un templo. Uno es un gran señor, el segundo más poderoso de la corte, y la otra una simple mujer.
Ya se puede suponer que nada es sencillo con estos dos. A medida que avanza la trama se van descubriendo secretos y bla, bla. Confieso que es una serie que empieza bien y que luego se va desinflando, si llega a ser una serie con capítulos de una hora, sería un auténtico tostón. Aquí no llega a serlo pero hacia el final se puede ver que han intentado estirar la trama todo lo posible con escenas donde dos personajes hablan durante minutos sin decir gran cosa. Te la puedes saltar y no pierdes nada.
No es un gran problema la poca profundidad de la historia, al fin y al cabo es una serie para pasar el rato, mi gran problema con ella, y la razón por la que no le doy más puntuación es que la protagonista, con su divertida, y colorista personalidad es bastante irritante. Sigo sin acostumbrarme del todo que las protagonistas de series historias de corte humorístico sean casi todas descerebradas, que tienen que ser salvadas cada dos por tres porque actúan precipitadamente en casi todas las ocasiones. Además se suelen desmayar mucho, o suelen tropezar con tanta gracia que caen el brazos del protagonista con mucha elegancia. O sea, que aquí se da lo típico de lo típico. Creo que si ves un capítulo al día puede que no importe mucho la actitud infantil de las protagonista, pero si ves la serie de un tirón la cosa cambia bastante. Al menos para mí.
Otro problema es que no me gustó mucho la manera de actuar de Jin Zi Xuan, la protagonista. A parte de que está excesivamente delgada, y cuando digo delgada, es delgada, lo que vulgarmente decimos en mi país. es un «palo» -de todas las series chinas que he visto, ella es la actriz más delgada de todas-, no me emocionó su manera de actuar. Es muy gestual con ciertos gestos y se defiende haciendo el payaso pero es muy plana en los momentos tristes o dramáticos.
Deng Kai, el protagonista lo hace mejor. Aunque él lo tiene más fácil, ser el noble con cara de «no me toques las narices» tiene la ventaja de solo hay que poner un gran ceño y listo. Las cejas ayudan a que parezca un hombre malvado.
Entre ellos surge una historia de amor aunque no está muy bien desarrollada. Se basa demasiado en la relación te tenían cuando eran niños para permitir que un sentimiento nazca naturalmente cuando son adultos. Y además, opinión completamente personal, no creo que hagan buena pareja a nivel romántico, aunque sí como amigos.
Me gustó el criado/soldado de Murgon Cang. Y también la princesa Xue Quing, que hace de una mujer completamente irresponsable y a veces cruel. No me gustó la actuación del actor que hace de emperador, y cuando está con Deng Kai se aprecia muy bien la diferencia entre los dos. El resto de actores cumple.
En términos generales, agradable serie, con una trama sencilla, con giros esperados y poco más. Los malos son muy malos pero reciben su merecido. Los buenos son muy buenos y también reciben lo que merecen. Buena fotografía, buenos escenarios, buen vestuario y poco más. Una vez vista, ya está.
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