Partiendo del concepto de que la vida cambia en un segundo y a 0.001 centímetros de distancia, esta película nos lleva por el frenesí de cuatros personajes que se cruzan y se desvían varias veces antes de finalmente reconocerse. Son dos historias de amor, al menos de los inicios de ellos, que se centra mucho en lo que sucede individualmente con los sentimientos. Así también, se centra en cómo las cosas que nos pasan, nos afectan y nos cambian para siempre. Es hermosa porque es sencilla y realista, sin por eso ser aburrida. La banda sonora es muy buena, y el cover de "Dreams" es probablemente lo más hermoso que te vas a encontrar. Así también, el manejo del director de las cámaras y los tiempos es fresco, y nos saca mucho de la postura hollywoodense que abunda. Un regalo.